En
el año 1993, con el propósito de rescatar las costumbres de los nacimientos tal
como lo habían conocido desde niños, se dedicaron a organizar y planificar lo
que sería su nacimiento familiar, fue así como se encargó a Bolivia la imagen
de un niño Dios que luego de un tiempo llego a su hogar.
En
diciembre de ese año en casa de la señora Gladys cabrera Cabrea, quien fue la
responsable de inculcar todas las tradiciones típicas de la zona norte,
levantaron un pequeño altar donde ubicaron al niño Jesús. El primer y único baile invitado para ese año
fue la Fraternidad Tobas Norte, quien hasta ese momento solo participaba para
las festividades de la Virgen del Carmen, desde la primera participación en su
nacimiento y hasta nuestros días se cuenta con su alegría, fe y devoción.
La
idea original, es tener un ambiente familiar, en donde se pudiera hacer adoración
al niño Dios, a través de danzas como la cadena, adoración y el huachi torito,
esa fue la manera para mantener costumbres, creencias y valores en sus
integrantes, de padres a hijos.
Con
el transcurso del tiempo, muchas personas concurren a su nacimiento y a la vez
comienzan a tener visitas de bailes religiosos, fue asi la manera en la cual
esta idea que se propusieron en un comienzo fue creciendo al igual que el
humilde y pequeño altar que se realizo en sus inicios.
Un
recuerdo imborrable del niño Jesús, es el hecho que siempre estuvo al lado de
la madre de la madre de la familia, estando ella internada, se llevó la imagen
a visitas y también la acompaño en su última noche, que paso junto a su familia
antes de partir al encuentro de nuestro Señor.
Bajo
este mismo anhelo de mantener vivas las tradiciones de nuestra Ciudad, y con el
apoyo constante de la Fraternidad Tobas Norte es que este nacimiento se ensalza
en devoción, fe y amor, que hoy se hacen realidad en cada festividad llegando
noche buena en medio de las tierra de sol y cobre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario